Para darte una mini introducción (y de una vez ir eliminando mitos), al escuchar asesoría de imagen, Personal shopper, stylist, nuestra mente nos lleva directamente al costo. Asociamos este tipo de servicio con celebridades, políticos o personas en el medio que necesitan gozar de una buena imagen externa. Además, personas que obviamente tienen el dinero para poder acceder a un servicio tan “exclusivo”. Y se entiende, porque en el pasado esta situación era popular, pero ya no. Hoy pasó de ser una exclusividad a una necesidad, así que te cuento porque todos necesitamos un asesor de imagen en nuestras vidas (sí, inclusive yo) y más aún después de la pandemia.
Somos más visuales
Hoy más que nunca la imagen es percepción y comunicación. El uso de redes sociales y plataformas virtuales para poder conectarnos, socializar y trabajar hizo que nuestra imagen personal ahora esté comunicando las 24 horas del día. Ya no hay dónde esconderse. Si queremos cumplir con ciertos objetivos y propósitos en nuestra vida, la imagen personal puede ser un aliado imprescindible.
Estar comunicando siempre, nos lleva a otra de las razones por las que ahora es cuando necesitamos aliarnos con nuestra imagen personal. Un motivo más interno, y es que también estamos recibiendo siempre impactos visuales de terceros. Si no son bien manejados pueden llevarnos a una comparación constante. Algo que solo puede afectar nuestra autoestima y autopercepción. El asesor de imagen es una figura externa a tu vida y por lo tanto imparcial, que tiene los conocimientos para guiarte hacia una aceptación. Unir quien eres con quien quieres ser.
¡Lo necesitas hoy!
Y es que los efectos post pandemia en nuestra imagen personal ya los estamos viviendo hoy, en nuestros trabajos, en nuestra motivación para quedarnos en casa y frente a lo que vemos en el espejo todos los días. No han faltado en mi consulta y a través de las redes sociales, personas que me hacen saber cuánto les está costando regresar a su imagen previa al Covid. A quienes sentían que eran antes de la pandemia. Y ahí esta el problema, pensar que todo tiene que volver a ser como lo era. Lo que ves en el espejo ya no concuerda con lo que vives o sientes por dentro.
Y es que sí, la imagen personal es el reflejo de nuestras emociones y cuando no concuerdan es cuando la motivación desaparece. Al comprender todos los conceptos que componen nuestra imagen interna, se puede explorar cómo crear conscientemente lo que se quiere en el exterior. Adaptarla a nuestros propósitos y objetivos deseados actuales. Así que, si te sientes algo perdido después de la pandemia con tu imagen personal, recuerda que el proceso de una asesoría de imagen te acompaña a explorar de adentro hacia afuera. A crear una fuerza interior que se refleje en nuestro exterior y adaptarte a los momentos de cambio.