alejandrasalasimagen

Zona de confort o un simple “no es mi estilo”

Cómo saber si estás tratando de salir de tu zona de confort o forzándote a utilizar prendas y colores que no son de tu estilo personal y esencia.

Esta es una de las eternas disputas dentro de la imagen personal. Digo eterna porque sin una guía adecuada es fácil terminar confundiendo estos dos escenarios. Y la confusión no solo puede nacer en la persona que está buscando mejorar o potenciar su estilo, sino también en la asesora de imagen. Las asesoras tenemos la capacidad de acompañar o de imponer. Cuando se hace lo segundo es cuestión de tiempo para que te des cuenta que algo no era parte de tu estilo.

Zona de confort vs confianza

Entonces ¿cómo saber o que debes hacer la próxima vez que estés en este dilema? Aquí voy a tomar un gran consejo de @anuschkarees y que lo pongo en práctica con las chicas dentro de mis servicios de asesoría cuando hablamos de estilo personal, de armario y/o compras.

Anuschka Rees nos hace caer en cuenta que la zona de confort no tiene que ver con tu estilo personal como tal o con las prendas sí. Y mucho que ver con el grado de confianza en ti misma. Ese grado, por suerte, puede variar. Y seguro que así lo has sentido en tu vida. Hay días que sentimos que nos comemos el mundo y que cualquier prenda sería perfecta. En cambio, hay otros días en los que el mismo conjunto u outfit ya no se ve, ni se siente igual.

Por ese camino, encontramos todos estos consejos sobre no ir de compras cuando estés estresada o no comprar prendas cuando estés triste. Y sobretodo, no te pruebes prendas o conjuntos que sean muy nuevos, o de riesgo para ti, cuando sientas que tus niveles de confianza no están del todo elevados.

¡Pista, pista!

 Y esa es la pista para poder darnos cuenta lo importante que es la confianza a la hora de chequear si la prenda es o no para nuestra esencia o estilo personal. Y como todas las respuestas están en nuestro interior (te suene cursi o no), pregúntate:

  1. Si pudiera callar de alguna forma, mágicamente, todas las voces externas, el que dirán en mi trabajo, mi familia, mi pareja, en la calle, etc., ¿usaría esta prenda?
  2. Si pudiera mudarme de país a algún lugar donde nadie me conozca y pudiera reinventarme de la forma que yo quisiera, ¿usaría esta prenda?

La lógica de este ejercicio para determinar si estás saliendo de tu zona de confort vs no es lo mío, es el apagar o desenchufar ciertas inseguridades externas que afectan nuestra confianza. Y cuando lo hacemos, queda lo más importante: nuestro verdadero sentir y gusto por la prenda.

Recuerda: el empezar a salir de tu zona de confort es un proceso, paso por paso o mejor dicho prenda por prenda. No tienes que sentirte obligada a sumergirte en una estética de los pies a la cabeza, aunque te guste como se ve. Si se te dificulta, empieza con algún elemento, textura o color.