¡Hola soy Ale!
Si estas aquí, es porque quieres empezar a elegir desde el conocimiento. Tener control y coherencia sobre lo que sientes y comunicas con tu imagen.
Soy periodista de moda, asesora y coach de imagen. Me apasiona poder contar las historias detrás de lo que usamos, desde la asesoría y el periodismo de moda.
Acompaño a mujeres increíbles a trabajar en su imagen a través del asesoramiento emocional para encontrar su historia, su estilo personal y así potenciar su esencia.
Mi historia
A veces uno va por la vida tomando decisiones que no siempre están conectadas con quiénes somos, y en este caso no hablo necesariamente de la ropa. Así que mi historia comienza convirtiendo las metas socialmente establecidas en las mías propias.
Después de haber estudiado Periodismo y trabajado para una ONG, decidí salir de mi país (Ecuador) para hacer una maestría en Madrid. Estudios que había decidido serían enfocados hacía lo corporativo y me alejarían del periodismo.
Sucedió todo lo contrario.
En Madrid encontré un camino que mezclaba dos de mis pasiones: la moda y la comunicación. La moda me ha acompañado desde que tengo memoria. Siempre presente en mis gustos y reflejada en mi personalidad. Así encontré, “por casualidad”, un diplomado en Comunicación de Moda que cursé mientras estudiaba mi otra maestría. “Solo por gusto personal”, al menos es lo que me decía a mi misma. Pero este diplomado me abrió las puertas a un mundo de posibilidades. ¡Entre ellas la asesoría de imagen!
Después de trabajar un tiempo en Madrid y cuando regresé a Ecuador, empecé la carrera de asesora. A partir de ese momento, mis formaciones empezaron a tener relación con la moda e imagen. Empecé a ofrecer mis servicios de asesoría un tiempo después (porque no me atreví hacerlo inmediatamente) mientras colaboraba con medios digitales y producía un programa radial. Siempre con espacios dedicados a la moda.
Lo que me hubiera gustado saber a mí
La asesoría de imagen se convirtió en mi aliada en muchos aspectos de mi vida. Me permitió conectarme con quien quería ser desde diferentes áreas, incluso en aquellas más difíciles de llevar.
Cuando tenía 22 años me detectaron Artritis Reumatoide, una enfermedad autoinmune que no tiene cura, que si no es controlada a tiempo puede afectar tu imagen física e involucra una montaña rusa de situaciones y emociones.
Sé por experiencia propia como los vaivenes de la vida pueden alterar la percepción que tenemos de nosotros mismos, que la imagen externa que proyectamos está ligada a emociones y pensamientos que a veces no queremos enfrentar.
Pero también descubrí que la imagen puede ser utilizada estratégicamente para nuestro bienestar.
Es así como creció mi interés en el área emocional de la asesoría de imagen y fue como descubrí la imagen emocional y el coaching de imagen. Este camino me ha mantenido motivada día a día a mantener mis servicios y mi marca, a llegar a más mujeres con herramientas que me hubieran gustado aprender a mí en otros momentos de mi vida. A no sentirme juzgada por los demás, ni por mi misma.
El conectar mi imagen con mis emociones, trabajar en mis sueños y mi marca, motivar a otras mujeres en el camino, me ha dejado una gran lección: uno debe ser siempre su primera opción. Porque cuando esto sucede todo lo demás llega por añadidura.