Empezaremos por desarmar dos mitos relacionados a la moda y a sus estudios. Más allá de ciertas personas que están involucradas en la moda o en su industria, no existe un conocimiento amplio sobre la relación entre la moda y la academia. Yo misma, siendo periodista de moda me he topado varias veces con la idea de que los estudios sobre este tema se relacionan únicamente al diseño, manufactura, fotografía, estilismo, comunicación o marketing. Es decir, cuestiones más prácticas muy propias de la industria de la moda. Pero es que la moda y la industria de la moda son dos cosas diferentes. Entender la relación entre la moda y la academia, aún más en Latinoamérica, requiere también del estudio de su epistemología.
Cuando hablamos de la epistemología de la moda, es el reconocer la moda como un tema de estudio e investigación serio y crítico denominado Fashion Studies o Estudios de Moda. Este es un campo que combina aquellas disciplinas para abordar los diversos aspectos que hay en el concepto de la moda y sus múltiples definiciones. Es aprender a mirar la moda con sus dimensiones sociales, políticas, culturales, económicas, de género, clase, raza, para comprender la complejidad del tema, sus aplicaciones e incluso para problematizarla.
Y aunque por mucho tiempo, no se ha aceptado a la moda como un tema propio de investigación académica, a diferencia de otros factores culturales como la música o la arquitectura, el valor que podemos encontrar en estos estudios nos ayuda a acortar la brecha entre la industria y la academia. El propósito: poder desarrollar visiones críticas que puedan incidir en el análisis y la toma de decisiones en los distintos campos de la moda y sus retos actuales.
El segundo mito, que además va muy relacionado, es que aun conociendo de la existencia de los Fashion Studies, se dice que en Latinoamérica estos estudios no existen o son muy pocos. Cuando en realidad, hay toda una rama creciente y novedosa que propone un paso más que los Fashion Studies. Propone conectarlo al propio contexto latinoamericano, con sus modelos, tradiciones y paradigmas. Esta visión se llama Estudios Críticos de la moda.
Cada vez son más los profesionales, pensadores y creadores que se interesan en entender, desde todas las perspectivas posibles, el fenómeno cultural que es la moda. Ya no solo basta con entender el negocio, las tendencias o asumir que solo requiere de exponer cierta creatividad. El mundo se ha vuelto tan politizado, que las audiencias están en constante demanda de transformación. Para eso, hay que saber analizar y cuestionar todas las implicaciones que la moda produce. Más aún en Latinoamérica, en donde en los últimos años la moda ha adquirido un interés creciente, con una proliferación de marcas y diseño local. Tenemos que empezar a desechar mitos, como el creer que la moda está solo en las marcas. O que solo se trata de la industria. Así lograremos expandir el goce humano de manera ética, empática y fabulosa que nos puede dar la moda.